Todo lo bueno se hace esperar... ¡y la recompensa es muy dulce!

Puedes hacer de más y guardarla en la nevera, ya que el azúcar y el vinagre ayudarán a que se conserve bien por lo menos una semana.
¿Quieres sorprender a alguien o simplemente darte un homenaje? Añade un toque dulce a tus platos con una buena ración de cebolla caramelizada. ¡Seguro que aciertas y sorprendes!
No es una receta compleja, pero eso sí, ten en cuenta que para llevar a cabo esta deliciosa receta, el primer ingrediente que necesitarás es ‘paciencia’. ¡Nosotros tardamos nada menos que cinco horas! Es posible cocinarla en menos tiempo, pero ya sabes lo que dicen: todo lo bueno se hace esperar… ¡y la recompensa es muy dulce!
Ingredientes

El aguacate, mejor casero
Elaboración
Comenzamos pelando y cortando las cebollas en juliana. Luego, ponemos sal y aceite de oliva en una olla y echamos la cebolla ya cortada, para que empiece a pocharse bien. Removemos, tapamos y la dejamos a fuego lento unos 30 minutos. Pasado ese tiempo, veremos que se ha quedado totalmente blanda y transparente. ¡Buena señal de que vamos bien!
Agregamos el azúcar moreno, un chorrito de vinagre y le damos algunas vueltas para que se mezcle todo. Lo dejamos a fuego lento hasta que la cebolla y el azúcar caramelicen juntos (30 minutos mínimo). Remueve de vez en cuando hasta conseguir la textura perfecta, ¡y vigila que no se queme!
Para los más cocinitas, os proponemos otras maneras de cocinar la cebolla caramelizada. Se trata de un producto tan fácil de combinar que, bien hecho, queda muy bien con muchos sabores.
Cebolla caramelizada a la cerveza
La guarnición de cebolla caramelizada a la cerveza aporta un toque más intenso gracias al amargor de la cerveza.
Para esta receta de cebolla caramelizada deberemos disponer de 6 cebollas dulces, 100 cl de cerveza (de la marca que prefiráis, pero a nosotros nos gusta con cerveza negra). 100 gramos de azúcar moreno, una cucharada y media de mantequilla y sal.
Realizamos el corte tradicional en juliana de la cebolla. La incorporamos a una sartén con la mantequilla ya fundida. Mantendremos fuego medio hasta conseguir que se dore. Pasados unos minutos, echamos el azúcar a la sartén y removemos para caramelizar. Hasta aquí, el modo rápido tradicional. En este momento, añadimos los 100 cl de cerveza y mantenemos el fuego lento hasta evaporar por completo el líquido. Con este toque final, añadiremos el suplemento de sabor que aporta la cerveza a la cebolla. Seguro que te sorprenderá.
Cebolla caramelizada con queso de cabra
Para esta receta, usaremos 3 cebollas, un rulo de queso de cabra, 50 gramos de azúcar y aceite de oliva. Esta vez, el toque especial lo aportará el matrimonio feliz que forman el queso y la cebolla caramelizada.
La idea es caramelizar la cebolla con la receta tradicional. Luego, cortamos el queso de cabra en aros y lo colocamos sobre unas tostadas crujientes. Sobre el queso, dejamos una cucharada de cebolla caramelizada. Una tapa fácil y rápida de elaborar, pero exquisita. Crujiente, cremoso, dulce, salado… ¡en un solo bocado!
Caramelizar la cebolla al horno
También es posible caramelizar la cebolla al horno. Es una variante en la que podemos estar menos pendientes, por si tenemos que estar liados con otras elaboraciones o no nos apetece limpiar luego la cocina. Aunque realmente, siempre es más recomendable utilizar sartén.
Usaremos 2 cebollas, un vaso de vino blanco, 100 gramos de azúcar moreno y aceite de oliva. Precalentamos el horno a 180 grados. Llenamos un recipiente con agua y lo introducimos, tapado, 10 minutos en el horno. Abrimos el horno, echamos un chorrito de aceite de oliva y las cebollas troceadas en juliana. Lo dejamos otros 10 minutos. Pasado este tiempo introducimos el vaso de vino blanco y el azúcar. Tapamos y dejamos haciendo chup chup otros 10 minutos aproximadamente, hasta conseguir que el líquido se evapore. Como veis, es un procedimiento más lento, pero sin nada que envidiar al sistema de sartén y cucharón.
