"Me inspira la cotidianidad. Esas pequeñas cosas que nos sacan una sonrisa o nos enervan"
Héctor Jenz, un artista de los pies a la cabeza: ilustrador, dibujante, guionista, actor, cómico, desarrollador de videojuegos, y, por si fuera poco, es el artífice de @humorjoderhumor.
Desde que descubrimos su cuenta, nos encantó su particular estilo y su sentido del humor, así que no dudamos ni un minuto en encargarle un par de viñetas para nuestra serie #bacoastories.
Estudiaste Bellas artes y te licenciaste con honores, ¿siempre supiste que el mundo del arte era lo tuyo?
Sí. Me pasaba los días dibujando lo que veía en la tele, pero también me aprendía de memoria los diálogos de las series y pelis que veía y luego los interpretaba. O silenciaba la tele y les ponía voces a los personajes de forma improvisada. Cuando tuve que elegir carrera dije que quería estudiar Interpretación, pero no me dejaron. Así que tiré por otra de las cosas que se me daba bien, pero más por inercia que como algo meditado. Me dejé llevar, pero al final la cabra ha tirado al monte.
Si pudieras elegir otra profesión ahora mismo, ¿cuál sería?
En un mundo alternativo soy cirujano plástico. Medicina era mi tercera opción después de Bellas Artes. Y no voy a mentir. A veces fantaseo pensando en cómo sería mi vida si hubiese elegido ese camino. Seguiría siendo artista, pero del bisturí. Y a estas alturas contaría con un poder adquisitivo mayor, al nivel de los Preysler calculo… ofreciendo Ferreros en mis fiestas de gala.
Garfield, Mery Poppins, Darth Vader o Buzz lightyear. Dentro de tu universo encontramos todo tipo de personajes, ¿qué más te inspira a la hora de crear?
La cotidianidad. Esas pequeñas cosas que nos sacan una sonrisa o nos enervan: la gente que se cuela para pagar en el súper, la satisfacción de chupar la tapa del yogurt, un bombón relleno cereza pocha y licor barato, los programas de reformas de casas… Al final los personajes populares que utilizo son una excusa para contar algo del día a día que a todos nos pueda resultar familiar y divertido.
¿Qué influencias citarías como referentes en tu trabajo?
La cultura pop de los 80, 90 y principios de los 2000. Luego tengo una versión freak de mí mismo que se autocensura en lo referente al manga y el anime, porque las bromas son muy rebuscadas y requieren de un nivel fan muy alto para comprenderlas (aunque a veces dejo asomar la patita). Pero Akira Toriyama para mí es dios, y Dragon Ball mi religión. Y como actor, me veo prácticamente todo lo que sale, así que cine y series de televisión siempre están presentes. Respecto al trazo y paleta de color en mi cuenta de humor, intenté crear desde el principio algo propio y diferencial y creo que lo he conseguido, porque en algunas ofertas de trabajo de ilustración me ha sorprendido ver que citan mi cuenta como referente de estilo… Cuando curraba en videojuegos era conocido por mi versatilidad estilística, pero no tenía un estilo propio. Ahora será mejor o peor, pero es mío y reconocible.
Derrochas humor por los cuatro costados, eso es innegable, pero ¿cuál es el humor que te divierte a ti?
El negro y el absurdo. Solo con decir que mi película favorita desde los 8 años es “Serial Mom” de John Waters, ya lo digo todo. Y algo más de actualidad, la serie “Lo que hacemos en las sombras” o “Señoras del Ampa” definirían lo que a mí me hace reír. De todas formas, diré que algunas de mis viñetas parecen absurdas, pero voy dejando por ahí algunos easter eggs con una capa extra de humor. Me emociono cuando alguien me escribe por DM para corroborar la doble lectura de una viñeta. Me sigue gente fantástica que está alineada con mi humor y a veces son ellxs mismxs quienes me dan las ideas para las viñetas.
Eres como una navaja suiza: ilustrador, dibujante, guionista, actor, cómico, etc. ¿En qué ámbito te sientes más cómodo?
Actor. Pero es que no puedo dejar de hacer todo lo demás. Hay gente a la que le gusta profundizar en un ámbito y otra que prefiere otear diferentes ámbitos en la superficie. Y luego están los zumbados como yo que hacen las dos cosas a la vez. Profundizar en muchos ámbitos simultáneamente te abre un gran abanico de posibilidades laborales, pero sacrificas horas de sueño, tranquilidad, ocio, etc. Por otro lado, a mí más que una navaja suiza, siempre me gusta definirme como un Da Vinci del Lidl. Un polímata de saldo. Conocimiento transversal, pero con base musical de canción de gala de OT. En un The Walking Dead creo que tardaría varias temporadas en morir porque tengo muchos recursos a mano.
¿Algún nuevo proyecto que quieras desvelarnos?
Pues hace 5 años dejé mi trabajo como Video Game Artist y juré que no volvería a la industria. Y como por la boca muere el pez, en enero comienzo de UI Artist (una de las ramas del arte y el diseño en videojuegos) para una empresa sueca porque es la única rama que no toqué en su momento y que me gusta a mí un buen reto. También tengo una colección de cuadros de técnica tradicional mixta en camino y espero que vea la luz como exposición. Por último, acabo de enrolarme en un curso de dirección audiovisual a ver a dónde me lleva. Y lo que vaya viniendo nuevo, que seguro que le hago hueco.
Para terminar, si hoy fuera tu último día en la tierra ¿qué comida elegirías para tu última cena?
Pues obviamente no pediría una sola cosa, en mi línea de navaja suiza: de Bacoa una Japonesa, otra Manchega y un hummus con sus chips de maíz; una pizza de las que hace mi madre caseras con la combinación sorpresa de ingredientes que ella eligiese y una de sus tortillas de patata; de postre, unas natillas de caqui, palmeras de chocolate crujientes de todos los rincones de España y un Yogur Casper de Cereza y Cola, que están extintos, pero ¡no haber preguntado!